BUENOS AIRES.- Homoparentalidad, bullying y diversidad sexual son los ejes que acompañan los primeros tres títulos de Molinos de Viento, una editorial nacida hace dos meses con la misión de generar material literario sobre estos temas para los más chicos.
Darío Fernández es el responsable del nuevo sello junto a su marido, Hernán Klein. Hace algunos años buscan ampliar la familia, están haciendo un proceso de subrogación de vientre en Estados Unidos y participaron de un taller para personas LGTB (lesbianas, gays, bisexuales y trans) donde surgió la pregunta: "Cuáles eran los libros que nuestros hijos iban a leer".
Fernández se dedica al diseño gráfico y en el camino a la paternidad se acercó a la literatura y a la ilustración. "El proceso es muy angustiante, empecé a escribir y dibujar sobre el tema. Un día Hernán le comentó a la gente del taller de LGTB de esos libros que había escrito, los vieron, dijeron que era lo que necesitábamos e insistieron en que los editáramos".
Ya entre todos los que participaban allí venían viendo que el material era poco y la necesidad urgente. "Había muchos libros en inglés o en español de España, que acá no se conseguían; de Argentina casi nada, era una deuda pendiente", comenta Fernández sobre el puntapié del proyecto cuyos primeros títulos estuvieron bajo la lupa de una bióloga, una psicóloga y un guionista.
Así, sin muchas vueltas nació la Editorial Molinos de Viento y sus tres primeros libros infantiles: "Anita y sus dos mamás", "Hay muchas cosas que están bien" y "¿Cómo llegué a este mundo?", libro para chicos gestados por subrogación; todas historias sencillas, cotidianas, cargadas de dibujos coloridos que hablan sobre la tolerancia, el respeto y la riqueza en las diferencias.
Pero sobre todo, dice Fernández, los libros hablan de "que las familias se forman a través del amor, de los vínculos afectivos y de que hay muchas cosas que están bien y otras que la gente cree que están mal pero en realidad no lo están, como tener diferentes tipos de familias, usar anteojos o venir de distintos lugares".
hecho el nombre de la editorial engloba la génesis del proyecto y de los temas que toca: "Para las personas homosexuales es un recorrido con muchos escollos, no sólo biológicos, sino sociales que al igual que al Quijote, parecen gigantes contra los que se debe luchar, hasta que se comprende que sólo son molinos, pruebas a superar".
Las tres primeras publicaciones del sello fueron presentadas en la Marcha del Orgullo en noviembre último y la recepción fue más entusiasta de lo que imaginaban: "Nos llamaron la atención los docentes porque nos plantearon que estaban necesitando material para hablar sobre estos temas".
"En los colegios están perdidos cuando aparecen familias homoparentales y los maestros piden a estos padres que ayuden a explicar el tema porque no saben cómo hacerlo, les faltan las herramientas. Es algo muy nuevo y estos libros ayudan a comprender que son situaciones que no difieren del resto de las familias".
Cada día más cotidiano -el censo de 2010 registró 5.000 casos en toda la Argentina-, las familias con dos papás o dos mamás tienen que luchar con "una normativa heterosexual muy fuerte que rige en los colegios, aunque -contrarresta el autor- con las leyes de Matrimonio Igualitario, Identidad de Género y Fertilización Asistida salió a la luz que no había nada extraño en eso".
Por ahora los títulos se consiguen en algunos puntos de Argentina (librería Prometeo en el barrio porteño de Palermo, Titínas en Galería Paseo Lavalle, Mia Josefina en estación Olivos del Tren de la Costa o Mafalda en la ciudad de Salta).
Sin embargo la forma más fácil de acceder a ellos es a través del contacto directo con sus editores en la página de la red social Facebook, Editorial Molinos de Viento.
"Nos superó y sorprendió la recepción", insiste Fernández. Es que como él y como Hernán, muchas otras personas comparten la misma situación. La falta de material para abordar estos temas es una limitación que empieza a dar un giro justificado. "Creo que las cosas surgen de necesidades y acá había una concreta: reflejar realidades", resume el autor. (Télam)